Con la persiana bajada los negocios no hacen caja y muchos empresarios se preguntan que "si no estamos rindiendo cómo vamos a pagar los impuestos, ¿con qué dinero?". Por ello, los negocios que se han visto obligados a cerrar por las restricciones de la pandemia piden que se les rebajen los impuestos, tasas y pagos a la Seguridad Social.
Los especialistas respaldan esa reivindicación porque, según Elena Manzano, profesora de derecho financiero y tributario de la UEX, se precisa "una revisión integral de la fiscalidad a la que se someten contribuyentes que han visto mermada, que han visto reducida, su capacidad económica".
Algunos de los empresarios creen que incluso "no es ni legal" que les cobren impuestos cuando no generan ingresos por un cierre obligado por la Administración. Podrían no estar muy desencaminados porque, según Elena Manzano, "en atención al artículo 31 de la Constitución Española, no deben estar sometidos a tributación en los términos en los que se venía sometiendo con anterioridad".
Autónomos que teletrabajan
En cuanto a los autónomos que, aunque también se han visto obligados a cerrar su establecimiento, mantienen una mínima actividad desde casa, han pedido al Ministerio de Hacienda poder deducirse los gastos que por trabajar se le generan en el domicilio, como ya hacen los autónomos que siempre trabajan en casa. Sin embargo, la Dirección General de Tributos les ha denegado esta opción.
Desde la Confederación Regional Empresarial Extremeña creen que esta respuesta "pone de manifiesto una falta de sensibilidad y la falta también de empatía" por parte del Ministerio de Hacienda y no descartan acudir a los tribunales.