Ciudadanos siendo vacunados contra la COVID-19.
Extremadura no tiene miedo a las vacunas. O, si lo tiene, la mayoría de extremeños aprecia más los beneficios de protegerse frente al COVID-19. Es la principal conclusión de los datos de rechazo a la vacuna. Según ha confirmado el SES a Extremadura Noticias, apenas el 0,78% de los extremeños ha rechazado inyectarse la vacuna.
De las apenas 1.747 personas que han dicho no a la vacuna desde el pasado 27 de diciembre, 1.271 han rechazado ponerse Pfizer (que también es la que más dosis ha administrado), 402 Astrazeneca y 74 Moderna.
La incertidumbre de las últimas semanas tampoco han variado en exceso esa clara apuesta de los extremeños por la vacuna. En los últimos sietes días, a pesar de la suspensión temporal de Astrazeneca y el posterior cambio para ser administrada a los ciudadanos de entre 60 y 69 años, tan sólo un 3% de los habitantes de la región han rechazado el preparado británico-sueco.
