
El alcohol, según los expertos, como sustancia tóxica con un alto componente adictivo, cuanto antes se empiece a consumir, más probabilidad hay de que desemboque en adicción. Los daños que provoca en el organismo la ingesta prematura son muchos y pueden llegar a ser muy severos. El médico especialista en adicciones Adolfo Suárez alerta del impacto que tiene a nivel cerebral: "millones de neuronas se destruyen en el área prefrontal del cerebro, donde radica la retentiva y la memorización", unas habilidades que se van desarrollando en la adolescencia y juventud y para las que el alcohol supone un freno.
En este sentido, varios estudios sostienen que a los 25 años el sistema neuronal aún no está plenamente desarrollado. Entra en juego la edad legal para poder consumir bebidas alcohólicas, sin embargo, los jóvenes empiezan a consumir incluso mucho antes. Según la última encuesta EDADES, en Extremadura la edad media de consumo de alcohol se sitúa en los 16 años.
Entre las principales motivaciones que llevan a los menores a beber son, según los jóvenes, la presión social, para integrarse, para evadirse y, lo más preocupante, porque es "lo normal". Es decir, se ha convertido en una sustancia social que está integrada en nuestra cultura. Adolfo Álvarez explicaba que "desde que nos levantamos, vemos consumir alcohol de manera alegre e inofensiva", pero insiste en que "no podemos olvidar que el alcohol es el tronco de todas las adicciones".
Así lo corroboran asociaciones como AFAVAL (Asociación de Ayuda a Familias con Menores con Conductas Adictivas y/o problemáticas). En 2024, atendieron a más de 180 menores de edad con diferentes adicciones, principalmente a sustancias ilegales -como el cannabis o la cocaína- o a las pantallas, pero el director de la asociación, Luis Guerrero, confiesa que "los padres y madres no perciben que consumir alcohol sea un problema como para pedir ayuda a un centro". Se entiende como algo intrínseco y transversal al problema "principal", aunque cada vez empiecen a beber antes.
"Estamos viendo niños con 12 años con un consumo establecido de fin de semana ocasional"
Luis Guerrero explica que está tan normalizado el consumo de alcohol que todo los celebramos bebiendo. Pone como ejemplo bautizos, comuniones o cumpleaños. Por ello, en AFAVAL usan terapia psicológica para abordar esta adicción, de tal forma que entienden el problema que tienen no desde la prohibición, sino desde la comprensión del daño que puede provocar ingerir esta sustancia a edades tempranas.
Cobra especial importancia con los últimos datos registrados a nivel nacional, según los que 1 de cada 5 jóvenes reconoce haberse emborrachado en los últimos 30 días. Además, la inmensa mayoría de los adolescentes afirma que tiene un acceso casi libre al alcohol.