Ansiedad, depresión e insomnio. Son algunas de las consecuencias no visibles del volcán de La Palma. El sentimiento de pérdida que están sufriendo muchos vecinos de la zona genera un estrés postraumático que puede durar varios años, según los expertos. Además, desconocer con exactitud el tiempo que durará la erupción aumenta aún más el sufrimiento e incertidumbre.
Ver como tu vivienda es devorada por la lava del volcán y con ello, los recuerdos de toda una vida, supone un drama personal, pero también provoca un estrés postraumático, tal y como ha confirmado la psicóloga Ana Parra. "Es una sensación en la que el cuerpo, de alguna manera, está encajando lo que ha vivido".
Los psicólogos recomiendan, así mismo, que los evacuados no se guarden el trauma y que pidan ayuda. "Habrá personas que quieran hablar de ello y que lo quieran hacer con personas que tengan cerca, pero que, recuerden, que para eso estamos aquí también nosotros", ha pedido la psicóloga.
La incertidumbre hace aumentar el sufrimiento
A la pérdida de toda una vida, hay que sumarle el ruido constante del volcán y el no saber cuánto tiempo durará la erupción, algo que acentúa aún más el sufrimiento e incertidumbre como el que sufre la extremeña residente en La Palma Eva Muñoz quien ha asegurado que vive "asustada por no saber qué va a pasar mañana".
Además, Eva tiene cerca a amigos que han perdido todo y "sus testimonios son desgarradores", ha descrito la extremeña.
