Oficina del Servicio Extremeño de Empleo en Mérida
El mercado laboral se ha tomado un respiro en el mes de mayo. El número de parados registrados en el SEXPE durante el pasado mes ha bajado en 4.056 personas. Es la mayor caída del paro registrado en toda España en términos porcentuales. Y es que en el país el número de desempleados subió en 26.573 personas.
Un mejor comportamiento del mercado laboral que también se refleja en los cotizantes a la Seguridad Social. La región suma 6.855 afiliados en mayo, la segunda mayor subida porcentual de todo el país solo por detrás de Murcia.
A día de hoy, Extremadura tiene un total de 111.389 parados registrados en el SEXPE y 382.002 afiliados en la Seguridad Social.
Sin embargo, si comparamos la situación de este mes de mayo con el del año pasado, el impacto del COVID-19 sigue muy presente. En los últimos 12 meses hay 17.546 parados más inscritos en el SEXPE y 18.719 afiliados menos a la Seguridad Social.
Los parados de Extremadura que no aparecen en los datos del paro
Además, al igual que ocurrió con los datos de abril, las durísimas consecuencias laborales del COVID-19 no se reflejan en los datos habituales del ministerios de Trabajo y Seguridad Social. Y es que en las cifras oficiales de parados no aparecen decenas de miles de extremeños cuyo empleo está suspendido: siguen contratados y cotizando pero no trabajan.
Es el caso de los 31.910 los trabajadores afectados por un ERTE en la región durante el mes de mayo. Una cifra aún muy alta pero que muestran cierta esperanza: son 7.979 menos que en abril.
Las cifras de paro registrado no recogen los 31.910 trabajadores en ERTE ni los autónomos que siguen sin abrir sus negocios
Por otro lado, el Ministerio de Seguridad Social informa de que ha concedido la prestación especial por cese de actividad a 35.547 autónomos de la región y aún quedan 403 pendientes de tramitación. En mayo hay 6.700 autónomos más en esta situación que en abril. Sin embargo, esto no significa que estos casi 36.000 autónomos tengan sus negocios cerrados; de hecho, la gran mayoría ha vuelto ya a su actividad ya que el Gobierno permitió que los trabajadores por cuenta ajena pudieran seguir cobrando su prestación hasta el 30 de junio independientemente de si reabrían o no sus negocios.
Por tanto, en la región hay al menos 32.000 empleos suspendidos, los de los trabajadores que aún están en ERTE, aunque la cifra real será aún mayor si tenemos en cuenta al número de autónomos que aún no se ha incorporado a su trabajo. La realidad del mercado laboral en la región, por tanto, es más dura de las cifras de paro registrado y afiliación.