Dice que ha estado mal, que ha dudado y que ha pensado en dimitir. "He dormido muy poco y he comido menos". Pedro Sánchez no solo está dispuesto a seguir, sino incluso, a presentarse a otras elecciones. "Estoy con ánimos para estos tres años y los que quieran los españoles con su voto".
E insiste: ahora hay que parar la que, parafraseando a Umberto Eco en su última novela, llama la máquina del fango. Aunque ha reconocido que habría que haberla parado antes. Y se ha referido al espionaje de su familia en 2014, cuando fue nombrado secretario del PSOE. "Yo he sufrido lawfare sin duda en España y no he escuchado decir al PP, lo siento".
Sobre la regeneración democrática que se ha comprometido a liderar, no explica cómo la abordará. "SI yo hubiese aparecido ayer con todas las respuestas, hubiese sido frívolo. No tengo todas las respuestas". Y también se ha mostrado abierto a cambiar la Ley del Poder Judicial para sortear el bloqueo del PP en la renovación de los jueces. Asegura que sigue confiando en la justicia y que la denuncia contra su mujer se acabará archivando.