Este viernes, agentes de Policía y Guardia Civil se han manifestado frente a la delegación del gobierno en Extremadura. Exigen al Gobierno que su trabajo sea considerado como profesión de riesgo. Un reconocimiento que, además de protección, les supondría un incremento salarial del 30%, que mejoraría su jubilación.
Aseguran que el motivo principal de las concentraciones, a nivel nacional, es acabar con el desequilibrio, no únicamente salarial, sino familiar y social al que, dicen, están sometidos.
Los agentes piden que se cumpla con la sentencia del 2008 para equipararlos con el resto de policías autonómicas. Una petición que se hace más urgente, dicen, tras la muerte de los dos guardias civiles en Barbate arrollados por una narcolancha, por los que se ha guardado un minuto de silencio.