La política y economía de Extremadura se encuentran en un momento de incertidumbre tras la retirada del proyecto de presupuestos para 2025. Este escenario abre la puerta a una nueva prórroga presupuestaria, una situación que solo cuenta con dos precedentes en la región, en 1997 y 2016. Ahora, la mesa de la Asamblea se reunirá para analizar si la retirada de las cuentas de 2025 se ha realizado conforme a la ley.
Las opciones del gobierno de María Guardiola
El gobierno de María Guardiola se encuentra ante dos posibles caminos: prorrogar los presupuestos de 2024 o convocar elecciones anticipadas. Según Francisco Álvarez Arroyo, catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Extremadura, la prórroga presupuestaria es "viable" y permitiría mantener la estabilidad, aunque advierte sobre sus limitaciones. "Es posible aguantar un ejercicio sin mayores problemas. En algunos casos, incluso se han prorrogado presupuestos durante varios años", ha explicado el experto.
El mayor reto: las modificaciones presupuestarias
La principal dificultad de la prórroga van a ser las partida de gastos, ya que algunos programas previstos en las cuentas podrían no llevarse a cabo. Según Francisco Álvarez, "si yo tengo autorizado para gastarme 100 euros, no puedo gastar 105. Para gastar más, necesito una modificación presupuestaria que, dependiendo de su complejidad, podría requerir la aprobación de la Asamblea".
Esto significa que el gobierno debería priorizar proyectos clave y podría enfrentarse a retrasos o cancelaciones de programas o partidas. Entre las herramientas disponibles, el Ejecutivo regional contempla la posibilidad de ajustar la fiscalidad. "Si se lleva a la Asamblea una ley para subir o bajar impuestos, y esta se aprueba, afectará a los ciudadanos sin depender necesariamente de la ley de presupuestos", ha señalado el catedrático.
El peso histórico de la prórroga presupuestaria
Extremadura se enfrenta a su segunda prórroga presupuestaria en la historia autonómica. La primera tuvo lugar en 1997, bajo el gobierno de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, también en minoría. En 2016 se vivió una situación diferente, pues la aprobación de los presupuestos se retrasó, y el gobierno de Guillermo Fernández Vara se vio obligado a gobernar durante cuatro meses con las cuentas heredadas del Partido Popular. Un partido que finalmente acabó absteniéndose y, de esta forma, se aprobaron los nuevos presupuestos.
Las cuentas que decaen: una cifra récord
El proyecto de presupuestos retirado para 2025 ascendía a 8.309 millones de euros, la mayor cuantía de la historia de Extremadura. Las cuentas contemplaban medidas fiscales como deducciones de hasta el 75 % para nuevos residentes y la ampliación de la exención en el impuesto de sucesiones para personas con especial vinculación. Además, se incluían 85 millones para el pago de la deuda con los funcionarios.
En Sanidad, más de la mitad del presupuesto, más de 1.000 millones de euros, estaba destinado a la atención hospitalaria, incluyendo proyectos emblemáticos como la segunda fase del hospital de Cáceres y el módulo quirúrgico de Don Benito-Villanueva. En Educación, se preveían 83 millones para mejorar los colegios y 20 millones para Formación Profesional.