Se trata de la segunda fase que lleva a cabo la Asociación para la Recuperación de la memoria Histórica de Extremadura (ARMHEX) en el municipio de Cabeza la Vaca (Badajoz) junto al Ayuntamiento, donde ya en el año 2011 se excavó en la zona contigua a esta fosa, situada en el interior del Cementerio, en la que aparecieron otros 4 cuerpos.
Hablamos de 7 de las 36 víctimas, mínimo, que dejó la represión franquista en la zona. La mayoría, 25, entre los meses de agosto y octubre de 1.936 asesinados por las tropas del guardia civil, Ernesto Navarrete, que dejó un reguero de miles de muertes en el Sur de Extremadura.
El equipo de arqueólogos y antropólogos que lidera Silvia Herrero trabaja desde principios de mes en esta fosa, en la que por el momento, han aparecido los restos óseos de 3 cuerpos y los trozos de lo que un día fueron las ropas y calzado de los represaliados. En aquel momento, la mayoría eran autoridades y representantes sindicales de la Segunda República, incluido el alcalde del municipio, según los datos registrados por ARMHEX. Aunque en su mayoría pertenecen a la llamada 'represión irregular', justo antes de 1937, cuando ya existen registros de los consejos de guerra a los que se sometía a los reos políticos, nos cuenta el historiador, Ángel Olmedo.
De ahí la dificultad para poder acceder a los datos de la identidad de los retos. La mayoría de la información es aportada por los familiares de los desaparecidos, que estos días están muy pendientes de los trabajos en el campo santo cabezalavaqueño, donde seguirán trabajando hasta finales de agosto.
Los restos están en mal estado
La directora de la intervención, Silvia Herrero, explica que los restos "estaban dentro de unas especies de zanjas o trincheras muy grandes, en las que convivían con otros enterramientos" que no tienen nada que ver con esa fase.
Ahora se procederá a exhumar los restos y hacer un análisis antropológico, y trazar un perfil básico biológico donde se determina la edad, el género, la estatura y patologías. En la labor de identificación ayudarán también los restos de objetos encontrados, como ropa, calzado, objetos personales ( medallas, gafas, insignias de afiliación etc) y las marcas de violencia para determinar las causas de la muerte.
La fase final, tras el proceso forense, sería un análisis genético (ADN), que no siempre es posible.
Dice Herrero, que en el caso de Extremadura están teniendo suerte a la hora de encontrar estas fosas. Asegura que encuentran restos en 1 de cada 5 o 6 intervenciones.
Se han exhumado 43 fosas en Extremadura
Esta excavación está dentro del plan del Ministerio de Presidencia. Para ello se destinarán 207.000 euros en ayudas a asociaciones, ayuntamientos, Junta y Universidad de Extremadura.
En ese mapa de actuaciones, facilitado a Extremadura Noticias, se encuentran el Cementerio de San Juan en la capital pacense, Campillo de Llerena, Castuera, Fregenal de la Sierra, Fuentes de León, Herrera del Duque, Retamal de Llerena, Villanueva de la Serena y Santa Amalia, en la provincia pacense. Y en la provincia cacereña, están Alcuéscar, Piornal, Valencia de Alcántara, Navalmoral, Cáceres y la mina La Paloma en Zarza la Mayor.
Desde 2003 se han recibido más de 230 solicitudes de actuación y se han llegado a exhumar 43 fosas abiertas en Extremadura, que han permitido rescatar del olvido los cadáveres de 438 personas represaliadas durante el franquismo.