Hace una década, por las calles de San Pedro de los Majarretes transitaban casi un centenar de personas. En esta pedanía de Valencia de Alcántara vivían, entonces, 82 personas. Actualmente, son una treintena de vecinos.
Es el reflejo de la 'España vaciada', de los problemas de despoblación que viven muchas zonas y que se agudiza en demasiado puntos de Extremadura. No es casualidad, por tanto, que esta pequeña localidad sea el ejemplo perfecto para tratar, durante este jueves 18 de noviembre, los retos demográficos a los que se enfrenta nuestro país.
"La pega es ue la fibra aquí todavía no nos ha llegado".
Uno de ellos, potenciar el retorno de la gente joven ante el auge del teletrabajo. Es el caso de Elisabeth, de 35 años. Ella y sus hijos retornaron al pueblo el verano pasado. Su empresa, ubicada en Madrid, le permite teletrabajar. "La pega es ue la fibra aquí todavía no nos ha llegado, pero vamos tirando como podemos", reconoce.
Y es precisamente la digitalización y la llegada de nuevas tecnologías a las zonas rurales, uno de los principales motores que permitirán fijar población en las zonas rurales. Otro reto es acercar la atencion sanitaria y tener buenas comunicaciones para cortar distancias.
Cuestiones en las que coincide José, de 66 años de edad y que lleva ya varias décadas viviendo en San Pedro de los Majarretes. José pide, sobre todo, que lleguen empresas pequeñas a la zona. "En cuanto hay empresas aquí cerca que se están moviendo, rápidamente lo notamos los hosteleros, el comercio…todo, todo, lo mueve todo", afirma.
"Todos los meses venía un camión a traer muñecos, loza, mercancías... y se vendía todo. Ahora no llega nada".
Retos demográficos comunes a ambos lados de La Raya
Historias que se traducen, de igual manera en el lado portugués de La Raya. Los Galegos, pedanía de Marvao, hoy no llega a 20 el número de habitantes.
Hace 30 años, las tiendas marcaban el ritmo del pueblo. Así lo recuerda Elvira, de 87 años y que lleva 30 viviendo en esta localidad. "Todos los meses venía un camión a traer muñecos, loza, mercancías... y se vendía todo. Ahora no llega nada".
"Es fundamental que el gobierno, no sólo el portugués, sino también el español, miren hacia el interior con otros ojos. Estamos olvidados en la Raya y necesitamos urgentemente de apoyos para desarrollar el interior"
Al igual que en el lado español, el reto que se marcan desde el país luso es la atracción gente joven a las zonas rurales. Como Alfonso Melara. A sus 25 años lleva 3 en Los Galegos y ha montado su propia empresa de turismo y actividades de aventura. "Por la mañana he hecho un “guide tour”, tengo una empresa de actividades- Marvao Adventure- y por la tarde hay tiempo para todo, estaba arreglando mi jardín. Así se lleva mejor la vida, ¿no? Con las pequeñas cosas", nos cuenta.
"Es fundamental que el gobierno, no sólo el portugués, sino también el español, miren hacia el interior con otros ojos. Estamos olvidados en la Raya y necesitamos urgentemente de apoyos para desarrollar el interior", es la petición de Luis Costa, vicepresidente de la Cámara Municipal de Marvao.
En ello coincide Diego Bonifacio, alcalde pedáneo de San Pedro de los Majarretes que alerta: "Nos juntamos dos regiones, tanto de un lado como de otro, muy pobres, donde la despoblación está haciendo mucha sangre".
Turismo, concetividad, servicios asistenciales y de salud. Son alguas de las necesidades comunes a ambos lados de la frontera para no dejar morir estos pequeños pueblos y no se pierda, definitivamente, su legado.