Hace un año se diagnosticó el primer caso de coronavirus en España. Fue un turista alemán, de vacaciones en La Gomera, que tuvo síntomas tras estar en contacto con una compañera de trabajo que viajó a China y se contagió.
El 31 de enero de 2020 saltaron las alertas, una vez que el Centro Nacional de Microbiología confirmara ese positivo a las autoridades canarias. El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, hacía pública esa información. ”Solo hay un caso de coronavirus en la Isla de La Gomera. Está aislado en el hospital. El resto de personas que han tenido contacto con él no han tenido síntomas. Los protocolos han funcionado”.
Ese mismo día, 19 españoles eran repatriados desde Wuhan. Con todas las medidas de seguridad fueron trasladados hasta el Hospital Gómez Ulla (Madrid), donde permanecieron en cuarentena 14 días. El coronavirus ya era una emergencia internacional de salud pública, como declaró la Organización Mundial de la Salud (OMS), y hasta entonces 170 personas habían fallecido por este nuevo virus.
El segundo caso positivo en nuestro país fue el de un ciudadano británico que ingresó en un hospital de Palma de Mallorca. Ante la incertidumbre generada, el director del Centro de Emergencias y Alertas Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ofreció una rueda de prensa y entonces explicó “que esto no implicaba en ese momento un incremento de riesgo para nuestro país, porque no ha habido transmisión comunitaria en España”.
Tan solo un mes después, el 11 de marzo de 2020 el coronavirus era una pandemia, según la OMS, y desde entonces la tragedia se conoce. El virus ha saltado de un país a otro, ha truncado la vida de más de dos millones de personas en todo el mundo y ha roto los esquemas de la sociedad.
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