La negociación de los presupuestos de Extremadura entra en una semana crucial, marcada por la incertidumbre sobre el acuerdo entre el Partido Popular y Vox. La formación liderada por Santiago Abascal ha endurecido su posición, anunciando que no apoyará las cuentas regionales si la Junta acepta acoger migrantes dentro del nuevo reparto propuesto por el Gobierno central.
El portavoz de Vox en la Asamblea, Óscar Fernández, ha sido claro al vincular su postura presupuestaria con el rechazo a la llegada de migrantes irregulares a la región. Mientras tanto, el PP insiste en que cumplirá la ley y acusa a Vox de buscar excusas para dificultar el consenso.
En este contexto, los socialistas critican el proceso de negociación y plantean dudas sobre el coste político que el Gobierno de María Guardiola deberá asumir para lograr el respaldo de Vox. Por su parte, Unidas por Extremadura denuncia que los presupuestos dependan de una formación que, según ellos, carece de interés real por la región.
A pesar de la tensión, Vox asegura que mantiene abierta la posibilidad de negociar y alcanzar un acuerdo.
Reacción de la Junta
La Junta no ha querido responder directamente sobre si las condiciones que ha puesto Vox relacionados con los migrantes suponen una amenaza para la aprobación de las cuentas regionales, y remite a la presentación de las enmiendas parciales, para conocer las propuestas de los de Abascal.