Cartel del FanCineGay, de Manuel Molvar
Manuel Molvar ha dibujado a la gente con mascarilla. Con mascarilla nos hemos dado besos, con mascarillas vamos al cine, quedamos con los amigos, se reivindica la ideología, de tal manera que sepamos los demás con quién estamos hablando y qué temas son susceptibles o no de tratarse. En un tiempo de apropiación de símbolos, la bandera del arco iris, la bandera rosa y azul y blanca, nos resitúan más que en otros tiempos a un lado de la trinchera: esa trinchera que defiende el derecho a la identidad en toda su amplitud. A ser quien uno es, a amar a quien uno quiera, a desear a quien uno desee, o al sexo con quien te apetezca, que no todo es amor en esta vida. Hay una bandera trans, una bandera gay, un Black Lives Matter: todo, en esa prenda que antes solo usaban los alérgicos y que llegó para quedarse durante más de un año.
Este 2020 ha sido raro. Los cines han cerrado, han vendido el 50 por ciento de las entradas y un tercio y no se sabe qué ocurrirá con su viabilidad y qué pasará con este rito de entrar en una sala a que nos cuenten historias. En medio de toda la incertidumbre, en medio de todos los "no sabemos si se celebrará, espérate a septiembre", finalmente hay FanCineGay. Sin galas. "No está la cosa para galas", decía su director, Pablo Cantero. No está la cosa para galas, pero sí, más que nunca ahora, hay que reavivar los compromisos.
El FanCineGay va de compromisos.
Trans
Y, por eso, las películas con protagonistas trans tienen un protagonismo especial. Lo tienen en medio de un debate encarnizado por la actualización de "una ley de 2007 que, en su día, fue un avance pero que hoy está obsoleta y es patologizadora", como dice el presidente nacional de Fundación Triángulo, José María Núñez. La representación es importante porque, como dice Alaine Rodríguez Fernández, "el 80 por ciento de la población solo conoce de las personas trans lo que recibe a través de los medios de comunicación. Por lo tanto, es crucial saber plasmar la realidad de este colectivo, algo que se ha hecho desde el estigma, burla, morbo o trastornos mentales. Mientras actores masculinos han obtenido numerosos Oscars por interpretar a mujeres trans, las actrices trans están en riesgo de exclusión social y paro".
"Existimos", dice María Calle: "Nos han enseñado que la normalidad es la cisheterosexualidad. Y esa no es mi normalidad".
En el principio, hace 23 años, pensaban que iban a poner porno. Lo han contado Cantero y Núñez muchas veces. "A pesar de las circunstancias, hemos conseguido mantener una selección de calidad eligiendo algunas de las mejores películas que se han ido presentando en los diferentes festivales... o en los pocos festivales que se han podido hacer a lo largo de este año -nos cuenta el director del FanCineGay-. En este sentido, destacan algunas como Las mil y una o A Stormy Night".
Precisamente, con Las mil y una comienzan oficialmente las proyecciones del FanCineGay, en el cine teatro Avenida de Jaraíz de la Vera, gracias a la colaboración que mantienen desde hace tiempo con el Cine Club El Gallinero. Será a las 20:00 h.
Después llegará el cine LGBTIQ+, a Cáceres, Badajoz, Mérida, Plasencia, Almendralejo, Arroyo de la Luz, Coria, Cabeza del Buey, Don Benito, Herrera del Duque, Miajadas, Moraleja, Navalmoral de la Mata, Olivenza, Piornal, Trujillo, Villanueva de la Serena y Vivares. Vendrán películas como la esperadísima Verano del 85, de François Ozon; la última sensación de este 2020, Solo nos queda bailar (que además estará en la Filmoteca Itinerante); el documental sobre la activista trans Indianara; o Port Autorithy, que se desarrolla en el mundo de los salones de baile de Nueva York y que nos plantea si es lícito que una historia de amor se acabe si uno descubre que el otro es trans, con todas las preguntas sobre el género y los afectos que eso plantea. O Adam, un adolescente difícil que pasa un verano con una hermana activista.
Hay temas duros, en este FanCineGay. La violación correctiva en Kenia, que es el tema de la película Now you are a woman, un corto documental sobre esta realidad horrible. O la pérdida de una genealogía en la que mirarse, como la que plantea The Archivettes: “Nuestra historia estaba desapareciendo tan deprisa como la estábamos creando”. Con esta certeza, Deborah Edel y Joan Nestle fundaron, en Brooklyn (Nueva York), los Lesbian Herstory Archives, la colección sobre materiales y entorno de lesbianas más grande del mundo.
Toda la programación, como siempre, la pueden consultar en la página web del FanCineGay. Es un año raro, sin galas, sin quebraderos de cabeza para ver cómo llegan los invitados premiados a Extremadura. Pero hay cine. Y qué necesario es el cine, este año más que nunca.