La Unión de Consumidores de Extremadura (UCE) vuelve a denunciar, seis años después, la venta de juguetes acuáticos peligrosos por incumplir la normativa europea de seguridad. Aseguran que algunos productos como flotadores, manguitos o chalecos hinchables que utilizan los niños en verano, que se venden en bazares de todo tipo y que se fabrican en China, "ofrecen falsa sensación de seguridad".
Recuerdan que el ahogamiento es la segunda causa de fallecimiento accidental de menores en la Unión Europea y en España cada año mueren entre 30 y 40 niños por este mismo motivo, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En la revista que la UCE ha publicado este mes de julio destacan un reportaje sobre 'Juguetes acuáticos, divertidos pero sin controles' en el que muestran productos como un chaleco hinchable en el que se lee Swim safe. Según Alfredo Martín, técnico de la UCE en Plasencia, en su caja se ha traducido como "chaleco salvavidas" y dentro, en las instrucciones, aparece que "no es un chaleco salvavidas y que debe usarse bajo una supervisión constante".
"Es un incongruencia. Incumple claramente la normativa. El primer fallo que se aprecia es el nombre. No es un chaleco salvavidas, es un producto para aprender a nadar, y no se puede comercializar así", señala Martín.
En otros productos como flotadores, palas o pelotas no aparece ni la edad recomendada para los niños ni el fabricante. "Eso es fundamental", recalca Lali Bermejo, portavoz de UCE Extremadura. "Nos ha llamado la atención el caso de unos manguitos que están recomendados para niños de 1 a 3 años. No es el mismo tallaje y no se puede usar a una edad y a otra. O el de unos juguetes con globos que contiene piezas pequeñas y pueden provocar asfixia entre los menores".
"Todos los productos que hemos denunciado ofrecen una información confusa. Lo hemos denunciado ante el Instituto de Consumo de Extremadura y hemos pedido que se retire del mercado, pero es difícil porque en muchas casos no aparece el fabricante".
Además, insisten, es prioritario que los productos tengan las instrucciones en castellano y recomiendan comprar este tipo de juguetes en tiendas especializadas y que se fabriquen en Europa.