La "mayor operación contra estafas con tarjetas bancarias" de la historia de la Policía Nacional. Así ha valorado el Comisario General de Policía Judicial, Rafael Pérez, la macrooperación policial que ha desarticulado una red criminal dedicada al blanqueo de capitales, estafa y falsedad documental con sede en Miajadas.
Una actuación que ha provocado 105 detenciones, 14 investigados, 88 entradas y registros en Grecia, Austria, Dinamarca y España y 19 órdenes europeas de detención en 7 países diferentes. Han sido bloqueadas en total 87 cuentas bancarias con un importe superior al millón de euros y se han incautado 10 armas de fuego y 14 vehículos de alta gama.
Conrad Tribble, el Encargado de Negocios de la Embajada de EEUU en España, coincidía en el "gran éxito" contra los delitos cibernéticos que supone la actuación conjunta de la Policía Nacional y el Servicio Secreto estadounidense. "Hemos demostrado la importancia de la cooperación internacional para seguir la pista del dinero", ha asegurado Tribble.
Modus operandi
Los agentes de la Policía Nacional comenzaron a investiga los movimientos sospechosos, con cantidades muy elevadas, por parte de tarjetas de crédito americanas en establecimientos españoles. La base operacional se estableció en un hotel de Miajadas, desde donde coordinaban sus ilícitas actividades que se extendían tanto en España –se han detectado operaciones en 24 provincias- como en 15 países extranjeros.
La red desmantelada habría defraudado más de 12.000.000 de euros mediante la creación de empresas fantasma en Estados Unidos
El sistema de fraude era novedoso. Se basa en un complejo entramado con las "preautorizaciones" bancarias como clave. La red desmantelada habría defraudado más de 12.000.000 de euros mediante la creación de empresas fantasma en Estados Unidos para, tras dotarlas de una falsa solvencia económica, solicitar la expedición de tarjetas de débito con el máximo importe disponible con el pretexto de utilizarlas en sus viajes a Europa. Una vez en España, las tarjetas americanas eran utilizadas en establecimientos conniventes por elevados importes mediante el sistema de preautorización, aprovechando la diferencia de aceptación del pago existente entre los bancos americanos y españoles. Mediante este procedimiento lograban realizar importantes compras y posteriormente vaciar las cuentas de efectivo antes de que las entidades bancarias pudieran anular las operaciones.
Miajadas, centro neurálgico de la trama
La organización criminal eligió España como lugar para perfeccionar el fraude. En 2017 asentaron su base de operaciones en el municipio guipuzcoano de Mondragón y posteriormente cambiaron su ubicación a la localidad de Alange (Badajoz), donde arrendaron un establecimiento de hostelería. Finalmente se establecieron en el hotel 'El Cortijo' de la localidad de Miajadas (Cáceres), donde llevaban dos años operando. Según ha desvelado la Policía, se eligió este lugar porque uno de los propietarios participaba de la trama y colaboró con ella voluntariamente: "Le gustaba ostentar y mantener un alto nivel de vida", ha detallado una de las responsables de la investigación.
Este establecimiento mantenía abierta al público su cafetería para no levantar sospechas de inactividad, pero en él se refugiaban los principales miembros de la organización, así como otros socios griegos que acudían temporalmente a España a realizar alguna gestión relacionada con el fraude.
El hotel mantenía abierta al público su cafetería para no levantar sospechas de inactividad, pero en él se refugiaban los principales miembros de la organización
Los líderes del grupo, de origen albanés, utilizaban documentación falsa griega y contaban con personal de confianza, todos ellos españoles, que trabajaban para la organización realizando diversas funciones. Por un lado estaban los que captaban establecimientos conniventes, empresarios o autónomos que permitieran pasar tarjetas americanas en el datáfono de su comercio a cambio de una comisión del 15% del importe. Una vez se encontrase el dinero en la cuenta del connivente, éste tendría que reintegrar el 85% restante mediante transferencia bancaria a una de las muchas cuentas que manejaban los principales miembros de la organización tanto en España como en diferentes países de Europa. Para justificar la supuesta transacción elaboraban facturas falsas a nombre de las mercantiles americanas que figuraban en la tarjeta, con la finalidad de simular haber comprado productos o prestado algún servicio.
Los empresarios y autónomos de la zona que se han lucrado con la actividad ilegal de la organización son de todos los sectores
En una ocasión pasaron tarjetas americanas en una farmacia por valor de 80.000 euros -todo ello en menos de una hora-, mientras que en otra supuestamente gastaron 300.000 euros en un club taurino. Era tal el convencimiento de que su actividad era impune que durante el estado de alarma, y en pleno confinamiento, realizaron cargos en hoteles que se encontraban cerrados al público por más de 1.300.000 euros. Los empresarios y autónomos que se han lucrado con la actividad ilegal de la organización son de todos los sectores, como hostelería, joyerías, empresas de construcción, productos cárnicos, turísticos, alquiler y compraventa de vehículos, maquinaria agrícola, clubes de alterne, azulejos y cerámica, entre otros.
Cooperación internacional
La compleja investigación, liderada por la Policía Nacional en estrecha colaboración con el Servicio Secreto de los EEUU, comenzó hace año y medio, y se ha desarrollado de forma coordinada con EUROPOL y las policías de Grecia, Austria, Dinamarca, Reino Unido, Alemania, Polonia, Ucrania, además de las autoridades judiciales y Fiscales de la Audiencia Nacional Española, cinco fiscalías de EEUU -Texas, Jacksonville, Miami, Providence y Boston- y cuatro fiscalías europeas -Alemania, Austria, Dinamarca y Grecia-. Una investigación que ha sido dirigida por el Juzgado Central de Instrucción número seis de la Audiencia Nacional, quién emitió 19 Órdenes Internacionales de Detención e Investigación a los países implicados en los que se han realizado las detenciones y registros.
El Servicio Secreto de EEUU colabora para desarticular una organización, con base en Miajadas, que habría defraudado más de 12 millones de euros