Unos 10 días después de desaparecer, la Virgen del Pilar ha podido regresar a su iglesia de Santiago, en Don Benito. Y los que lo han hecho posible no son la Guardia Civil, la Policía Nacional ni la Policía Local, sino unos niños. Se encontraban jugando cerca de la iglesia cuando chocaron contra un local cercano y, sin querer, abrieron la puerta. La curiosidad les hizo entrar y, en una esquina algo escondida, se encontraban las pertenencias robadas en días atrás. Como ya sabían lo ocurrido, fueron a contarlo a la Iglesia y desde allí se alertó a la policía local, que ya ha tomado huellas en el lugar de los hechos.
La Virgen, una imagen de escayola y de pequeño tamaño, se encontraba en buen estado aunque con algún rasguño. Más daños tiene el sagrario. Tiene forzada la cerradura, lo que hace pensar al párroco que "tal vez creyesen que guardábamos dinero dentro". Pero lo que conserva dentro, intacto, es el copón con la sagrada forma. Una historia algo extraña, pero con final feliz.