10 Febrero 2025, 14:03
Actualizado 10 Febrero 2025, 14:59

Los veterinarios extremeños se oponen a una parte del Real Decreto 666/23, que entró en vigor el 21 de julio de 2023. Se trata de una disposición específica que se aplica desde el 2 de enero de 2025 y que regula la prescripción, dispensación y uso de medicamentos veterinarios en España. Alegan que ven coartada su autonomía a la hora de recetar medicamentos, lo que perjudica el cuidado de los animales. Y es que la nueva normativa obliga a los veterinarios a verificar la identificación del animal y registrar la preinscripción en un sistema electrónico que vincula al animal con el tratamiento. Esto ha generado malestar entre los profesionales, quienes consideran que esta medida burocratiza su trabajo y limita su capacidad para tomar decisiones clínicas.

"Coarta nuestra autonomía y perjudica a los animales"

Alicia Fernández, veterinaria en Océano Badajoz, afirma: "Coartan todo lo que es nuestra profesión. No podemos recetar lo que queramos. Por ejemplo, tenemos que recetar el medicamento que ellos digan aunque sepamos que no funciona, luego otro y ya a la tercera el que sabemos que funciona, perdiendo semanas valiosas para el animal".

Ante esta situación, los veterinarios extremeños han convocado un paro parcial para este martes. Ángeles Guisado, veterinaria en Iguazó, Villanueva de la Serena, explica: "El parón es el día 11 durante una hora donde no habrá actividad clínica. Reclamamos que nos tienen que dejar trabajar como queremos".

"Si un animal no está identificado no podemos tratarlo"

Y es que, según Alicia Fernández, los principales perjudicados son los animales: "Si un animal no está identificado no podemos tratarlo. Si es callejero o no tiene chip no podemos tratarlo y los responsables somos nosotros. Mucho bienestar animal y parece que van en contra"

Entre algunas de las exigencias de los veterinarios se encuentran:

  • Autorización para dispensar tratamientos completos, optimizando costos y reduciendo residuos.
  • Eliminación de sanciones desproporcionadas que afectan el ejercicio profesional.
  • Supresión del sistema Presvet, debido a su excesiva carga burocrática.

Los veterinarios extremeños exigen que se modifique parte de la norma, para que les permita ejercer su profesión con autonomía y garantizar el bienestar de los animales.