Es 10 de octubre y se conmemora en todo el mundo el Día de la Salud Mental. Los datos son más que preocupantes. Casi seis millones de españoles sufren ansiedad y somos uno de los países que más tranquilizantes consume de todo el mundo. Una situación agravada por la crisis sanitaria del último año y medio. Las asociaciones de pacientes piden más medios y políticas públicas para actuar cuanto antes.
Con motivo de la efeméride hemos querido conocer a Víctor, diagnosticado con trastorno bipolar desde la adolescencia. "Me lo diagnosticaron cuando me fui a estudiar a Cáceres. Coincidió con un momento difícil de mi vida. Mi abuelo murió y mi padre se quedó sin trabajo". Entre un 1 y un 2% de los españoles sufre esta enfermedad mental que se caracteriza por cambios bruscos en el estado de ánimo. "A veces estoy muy arriba y otras muy abajo", nos explica Víctor. Las personas bipolares sufren episodios maníacos y depresivos. Durante los primeros, sienten una euforia y energía fuera de lo común, se les dispara la autoestima, no sienten necesidad de dormir y están hiperactivos. Sin embargo, durante los picos de depresión se encuentran muy fatigaos, apáticos, sólo quieren dormir, están tristes y tienen la autoestima baja. "Llegó un momento en que no quería salir de la habitación del piso de estudiantes. Estuve 15 días sin salir de la habitación y mis compañeros llamaron a mis padres, que vinieron a buscarme y buscaron ayuda".
Víctor ahora vive en Don Benito, trabaja como informático en Plena Inclusión y lleva una vida totalmente normal. El trastorno bipolar no tiene cura. Pero sí es posible controlarlo con un tratamiento adecuado. "A día de hoy me siento realizado porque gracias a la medicación y a la ayuda profesional he conseguido entenderme y entender mi enfermedad". El apoyo de la familia y los amigos también es esencial. Aunque el origen de la enfermedad es generalmente genético, puede influir el ambiente: la llamada epigenética (una experiencia traumática o el estrés en su conjunto) y hay algunos factores desencadenantes como el consumo de drogas psicoactivas o reacciones a algún tipo de medicamento como antidepresivos o esteroides.