En el proyecto participan varios países europeos, pero se está probando aquí en Extremadura, con 5 personas mayores. El robot controla, asiste, avisa a familiares y podría aplicarse en telemedicina. Después de tres años de investigaciones ya tiene prototipo. A finales de marzo, cuando acabe esta fase del proyecto, el SEPAD elaborará un informe con la esperanza de que alguna empresa patente este cuidador virtual y lo comercialice.
José, 84 años, vive solo en su piso de Badajoz, pero desde hace dos meses le acompaña Giraff. No sólo avisa o actúa en caso de emergencia, también controla la salud de su usuario y trabaja con él ejercicios que mantengan su calidad de vida. A través de micrófonos, cámaras y sensores vigila su peso, calcula sus horas de actividad y reposo por si se ha podido caer, o detecta su deterioro cognitivo y físico. De momento se está probando en fase piloto en Extremadura, a través del SEPAD, y en Milán.