Los cazadores defienden que, tras la primera ola, ya se adaptó la actividad a los protocolos que impone la pandemia y, por ello, piden ser considerados un sector esencial que no tenga restringida la movilidad y que haya una norma común para todas las Comunidades Autónomas.
Manuel Alonso, presidente de la Unión Nacional de Asociaciones de Caza, destaca que sólo se permite la actividad dentro de tu término municipal "pero la realidad es que muchos viven en una ciudad como Badajoz, Cáceres, Mérida o Sevilla y los cotos están en sus pueblos de origen".
Perjudicial para la ganadería
El sector mantiene que la restricciones a la caza no sólo afecta a la economía de los pueblos sino que será muy perjudicial para el campo ya que, por ejemplo, el jabalí es uno de los mayores transmisores de enfermedades a las cabañas ganaderas. Enfermedades como la tuberculosis o la peste porcina africana que ya ha llegado a Francia.
El gobierno de España se reunirá la próxima semana con el sector al que va presentar una estrategia nacional del control del jabalí para evitar la sobrepoblación ya que en 2020 se ha abatido un 10% del medio millón de jabalíes que se cazan cada año.