El peristilo del Teatro Romano de Mérida ha estrenado este jueves un nuevo ajardinamiento tras las obras de adecuación integral realizadas por el Consorcio de la Ciudad Monumental, durante el último año, para la mejora de la accesibilidad física y cognitiva de este espacio.
El director del Consorcio, Félix Palma, ha inaugurado la renovada zona arqueológica junto al director general de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural, Francisco Pérez Urbán, y la portavoz municipal, Carmen Yáñez.
Con esta intervención, financiada con la aportación anual del Ministerio de Cultura y Deporte y con fondos propios del Consorcio, "hemos pasado de un jardín con restos arqueológicos que se veían mal y regular a un recinto donde se pueden observar en plenitud", ha explicado Palma.
Esta intervención ha permitido favorecer el nivel de conservación de los restos mediante su reacondicionamiento con un nuevo ajardinamiento y una nueva protección para que el agua de riego no caiga sobre los mismos, ha continuado.
El peristilo del monumento romano que es, dentro de su tipología, uno de los ejemplos "mejor conservados" de la Península Ibérica, se configura como un una amplia zona ajardinada delimitada por una galería porticada, con una estancia, conocida como Aula Sacra, que conserva un destacado programa escultórico.
El conjunto, que se realizó con posterioridad al propio teatro, fechado según los últimos estudios a partir de época Flavia, finales del siglo I e inicios del II, estaba dedicada al recreo y ocio durante las actividades que se desarrollaban en el teatro.
Desde el comienzo de las excavaciones del teatro romano hasta la actualidad, el conjunto ha sido objeto de numerosas intervenciones, si bien esta es la primera que libera las estructuras arqueológicas al retirar la vegetación implantada en la década de los 50 del siglo pasado.
Muchas de las especies vegetales existentes generaban raíces que estaban comenzando a agrietar las estructuras arqueológicas, su cercanía a los restos hacía que se vieran afectados por la humedad, y visualmente impedían contemplar, y por tanto comprender, la entidad de la construcción.
Asimismo, se ha llevado a cabo la revisión y documentación del pavimento de mármol del Aula Sacra, y se han limpiado y consolidado pinturas murales de esta sala y de las que se conservan en el ala oriental del peristilo.
Estos trabajos se han extendido al resto de muros pétreos y al canal de "opus signinun" que componen este espacio, donde se ha realizado una limpieza manual de dichas estructuras y se han consolidado con morteros entonados los bordes desprendidos y zonas en el mal estado.
Destaca también la restauración de la fuente de mármol, situada delante del Aula Sacra y el refuerzo de su separación visual para evitar que sea utilizada como asiento.
Además, en la rampa de acceso ubicada en la puerta de la calle Sáenz de Buruaga se ha reforzado la conservación de la cloaca romana, se han recogido las aguas que provocaban profundas escorrentías y se ha instalado un enlosado que garantiza la accesibilidad.
La intervención se completa con una exposición titulada “Speculum Aeternum, símbolos imperiales en el Teatro de Augusta Emerita” que bajo la pérgola del peristilo, muestra la vinculación del edificio con la figura del emperador Augusto y su yerno, Marco Agrippa.