27 Octubre 2020, 18:00
Actualizado 27 Octubre 2020, 18:17

El verano es una estación muy seca en casi todo el suroeste peninsular y, si el año no ha sido especialmente lluvioso, muchos ecosistemas acuáticos llegan al límite de la asfixia. Además, si el verano se prolonga hasta bien entrado el otoño, en entornos como los humedales ese estrés hídrico se representa aún más. Muchas especies son las que viven en estos lugares. Una de ellas, el Calamón. Desconocida ave, pero merece la pena interesarse por ella. Una especie que se ha visto beneficiada con las lluvias de la borrasca Bárbara de la tercera semana de octubre.

Calamón
El plumaje del calamón es homogéneo, pero tiene diferentes azules y negros que brillan

El Calamón es una especie rálida -aves zancudas que viven en entornos húmedos y pantanosos- que durante la década de los años 60 del siglo XX vio seriamente reducida su población. Fue entonces cuando, gracias a programas de reintroducción, protección de nuestros humedales, y menos presión cinegética, esta especie se vio recuperada y además ganó terreno hacia otras zonas de la Península. En sus momentos críticos la baja población se confinó en las marismas del Guadalquivir. 

Los humedales, su hábitat 

Las zonas más pantanosas y, sobre todo humedales, son el hábitat idóneo para esta especie. Por eso las lluvias que octubre ha traído habrán enriquecido de agua a esos ecosistemas, y por lo tanto al calamón. Normalmente se encuentra en zonas bajas con un clima mediterráneo. Y dentro de esas regiones prefiere aguas estancadas o con poca corriente, pero donde haya vegetación densa, al menos en algunas zonas de esos lugares. Es en estos entornos donde pueden vivir, pues tienen la vegetación de la cual se alimenta. Y una gran curiosidad que tiene a la hora de comer es que usa sus patas para coger el alimento y llevárselo a la boca. Es decir, es un ave que coge la vegetación que come con sus patas y le la lleva a la boca, no solamente con el pico.

Ha ido ampliando fronteras

Después de la crisis que pasó el sigo pasado, el calamón ha sido capaz de ir ampliando territorios donde quedarse. Actualmente se encuentra en toda la cuenca mediterránea, en el Ebro, Tajo, Guadiana. Ciudades como Mérida o Badajoz son sitios donde se pueden ver. Lugares dentro de ese territorio donde se aseguren que no se quedan completamente secos en verano, pues sufrirían mucho estrés. 

mapa calamon
Distribución del Calamón en la Península Ibérica (Fuente: SEO)

Es una especie muy residente, pues está muy limitada por su gran incapacidad para volar, solamente distancias muy cortas. Se verá desplazada en el caso extremo de secarse el humedal donde viven. Además, no es muy huidiza pero si ve peligro se esconde. Si el hombre no le molesta sí se dejará ver. Como siempre, siendo respetuosos y en la distancia, podremos verlo con facilidad.

A la hora de comer usa sus patas para coger el alimento y llevárselo a la boca

Debido a que muchas veces se esconde entre la vegetación palustre, como los juncos, el sonido que emite le delata.

El Cambio Climático: una de sus grandes amenazas

Como una de las principales amenazas se encuentra el cambio acelerado del clima. La pérdida de estacionalidad de las precipitaciones hará que no estén aseguradas las reservas de agua donde reside. Así como la extensión en el tiempo de la estación estival así como el aumento de días de calor, lo cual implica mayor evaporación del agua. Además, el hombre tiende a quemar la vegetación donde se cría y esto hace que se altere el momento de cría, clave para asegurar su persistencia. Y otra amenaza antrópica se encuentra en el plomo procedente de la munición de los cazadores se queda en el agua, y se ha detectado en los huesos de muchas especies este elemento.