Este sábado se cumplen 5 años del histórico Acuerdo de París. El objetivo era evitar que el aumento de la temperatura llegase a los 1,5ºC y minimizar así el impacto de cambio climático actual de origen antropogénico.
El 12 de diciembre de 2015 se reunieron en la capital francesa 197 países comprometiéndose la mayoría a poner todos los esfuerzos posibles para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero en las próximas décadas
El pacto daba continuidad al ya lejano Protocolo de Kioto de 1997. Entonces, se dieron los primeros pasos importantes hacia un acuerdo serio de la reducción y la estabilización de las emisiones de gases de efecto invernadero, además de marcar las líneas maestras para futuros acuerdos.
La cita de París prometía en sus primeros estadios: en menos de un año entró en vigor ya que 55 países que representaban al menos el 55% de las emisiones mundiales se comprometieron con sus objetivos. Todo parecía que iba sobre ruedas. Parecía.
La reunión de Madrid y la fallida de Reino Unido
El año pasado se celebró en Madrid la COP25, más conocida como la vigesimoquinta Conferencia de las Partes. Cayó en nuestro país tras la renuncia de Brasil y de Chile. Y la verdad es que sirvió de poco. Los puntos de encuentro fueron demasiado endebles y poco ambiciosos, así que no se avanzó demasiado en la estrategia. El próximo encuentro hubiera sido la COP26 en Reino Unido que no ha llegado a celebrarse debido a la crisis sanitaria. Y así estamos.
China da la sorpresa y los países pobres, los más concienciados
Apenas un puñado de países siguen comprometidos hoy a su “descarbonización” entre 2050 y 2060 y dudamos que realmente lo lleguen a cumplir, pero aún hay un aliento de esperanza.
China (el que más contamina de todo el mundo) anunció su neutralidad del carbono 2060, independientemente de lo que hagan los Estados Unidos o la Unión Europea, los siguientes en la lista.
La Unión Europea tiene estos días diversas reuniones entre los jefes de estado y de gobierno en el Pacto Verde Europeo, con el fin de frenar y revertir los efectos de cambio climático además de reducir las emisiones de gases hasta el 60%.
España muestra síntomas de compromiso con la creación de una Vicepresidencia para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el impulso de una Ley de Cambio Climático y Transición Energética. El Gobierno se ha marcado como objetivo una bajada de un 23% en las emisiones respecto a las de 1990. Parece mucho, pero no es tanto: en 1990 emitíamos sólo un 12% menos que ahora, así que el 23% del 12% se queda sólo en el 2,8%. Pero algo es algo.
De los Estados Unidos se espera que tomen la senda del Acuerdo cuando Biden asuma la jefatura del estado. Recordemos que Trump abandonó sus compromisos medioambientales en 2019 a favor de continuar la industrialización del país. Los nuevos objetivos se focalizan en 0 emisiones y economía limpia 100% para 2050.
En esta línea de un aumento de la industrialización, aunque se contamine más tenemos a Rusia, Brasil y Australia.
Curiosamente los países con menos desarrollo y economías más débiles (generalmente, los más vulnerables a las catástrofes) son los que muestran mayor interés en estos proyectos verdes. En cambio, los países de ingresos medios (Méjico, Sudáfrica o Indonesia) no se sabe qué harán.
Extremadura se prepara para frenar el cambio climático