Ermita del Cristo del Amparo, la pequeña ‘Capilla Sixtina’ de Benquerencia

Benquerencia es un pueblo cacereño que apenas llega a los 80 habitantes y que conserva un auténtico tesoro patrimonial como es su Ermita del Cristo del Amparo, un espacio religioso que alberga numerosos frescos originales y otros tantos restaurados como consecuencia del paso del tiempo.

Las pinturas originales de esta construcción religiosa se remontan al siglo XVII, pero algunas fueron restauradas en el año 1988 en este edificio de arquitectura barroca que cada año visitan miles de personas, muchas procedentes de otras ciudades españolas como Barcelona o Madrid, aunque predominan los turistas pacenses y cacereños.

“La gente forastera viene y conoce todos los detalles”

Dice la mayordoma de esta ermita que muchos de estos turistas quedan impresionados cuando acceden a su interior porque no esperan algo así en un pueblo como Benquerencia. “Es imposible de imaginar que un pueblo así tenga este tesoro” repite Rosario, que conoce a la perfección este templo.

El esquilón

Cuando una persona llega a la ermita lo primero que hace es tocar el esquilón, una campana que resuena en los alrededores y que a los vecinos le llena de felicidad porque, según Rosario, es señal de que hay gente visitando su ermita.

Una vez dentro el viajero ya descubre el motivo por el que se le compara con la Capilla Sixtina, pues aquí también hay frescos en muros y techos, como en la sala vaticana. Algunos de estos trabajos artísticos se han desprendido y otros han sido sustituidos.

“No me explico que hicieran estos diseños porque si los quitaran aparecerían los originales que había antes” apunta dudosa la mayordoma, Rosario.

En su interior se encuentra el Cristo del Amparo, titular de la ermita y venerado por el pueblo. “El Cristo es nuestra vida” apunta mientras explica que se trata de una talla articulada que en Semana Santa sale en procesión dentro del sepulcro.

Ahora la ermita acoge la celebración de novenas y también misas particulares para dar gracias ante determinadas situaciones.

Sobre el altar figura el fresco de la figura de Dios sobre el ábside que, según Marcelino, cronista oficial del pueblo, se trataría de una especie de pintura en 3D. La imagen forma parte de esta colección que representa escenas de la Pasión de Cristo.