Se acercan las Navidades y este año prometen ser diferentes. No sabemos cómo evolucionará la pandemia ni qué escenario tendremos para esas fechas, pero seguro que las restricciones se sentarán con nosotros a la mesa. A no ser que ocurra un milagro de Nochebuena, podemos ir olvidándonos de celebrar estas fiestas como antes. No habrá reuniones con los amigos de siempre, ni cenas de empresa, ni fiestas multitudinarias. Y puede, incluso, que no podamos sentarnos todos a la misma mesa.
Para no caer en el desánimo los expertos aconsejan trabajar el pensamiento positivo. "Lo que tenemos que intentar es tener un actitud positiva y pensar que esto es algo pasajero y que después de lo que llevamos ya vivido esto puede ser algo leve entre comillas", dice el psicólogo Antonio Navarro. Es decir: debemos intentar desdramatizar, pensar que las Navidades no dejan de ser una fecha en calendario y tirar de tecnología.
Y no debemos preocuparnos por cómo explicárselo a los niños porque ellos "lo encajarán y los llevarán igual de bien. Les podemos decir que a los Reyes hay que dejarles hidroalcohol, por ejemplo. Buscar alternativas para que ellos lo vivan con naturalidad y expresándoselo todo con palabras que puedan entender", asegura Navarro.
Toca reinventarse y poner buena cara a los tiempos que corren.