El ropero de Cáritas cierra sus puertas hasta que no esté garantizada al 100% la seguridad de usuarios y voluntarios.
La directiva de Cáritas Interparroquial de Plasencia ha tomado la decisión de cerrar el ropero de la avenida de La Vera hasta que se pueda garantizar la seguridad de usuarios y voluntarios frente al Covid-19. Una decisión que el director de la entidad, Pablo Vicente, ha calificado de 'difícil'.
Difícil porque la circunstancia de crisis económica que ha producido el coronavirus afecta ya a muchas familias de todo el norte que usaban este servicio. Allí recogían ropa y enseres que eran necesarios para ellos.
"La decisión se ha adoptado para evitar que el ropero pudiera ser un foco de contagio puesto que no tienen medios para desinfectar la ropa. Además, estaba atendido por voluntarias de cierta edad, que son las personas de mayor riesgo ante la pandemia", ha destacado Vicente. Ha primado la salud por encima de la necesidad.
El servicio que sí se ha retomado es la asistencia presencial a usuarios de Cáritas. Los jueves de 11 a 13 horas se atenderá en el comedor de la calle Trujillo a las personas que pertenecen al centro o sur de la ciudad. En la parroquia de San José se atenderá a los que viven en la zona norte.
Hogar de Nazaret
Con respecto al Hogar de Nazaret donde viven 80 ancianos en la actualidad, Pablo Vicente, ha destacado que sigue libre de Covid. Y que continúan las medidas de seguridad para garantizar que siga siendo así.
Ya se han retomado las visitas de familiares aunque sólo una vez a la semana. Se encuentran el residente y el familiar en una zona aislada a la que se accede por otra entrada diferente de la de la residencia.
El centro de día ha comenzado a funcionar con 5 usuarios, de momento, de las 17 plazas que dispone.