Entre las mejoras que aportan estos autobuses, además de la amplitud, tiene espacios reservados para personas con movilidad reducida o con equipaje y sillas de retención infantil para bebés.
Para su funcionamiento utilizan gas, en lugar de gasolina y tienen una autonomía de dos días para las rutas cortas y tres días y medio para los desplazamientos más largos. Para su repostaje tienen que desplazarse cerca de Cáceres porque en Plasencia no hay suministro de gas para estos vehículos.
A los cinco autobuses se unirán otros cuatro en las próximas semanas. Esos vendrán de Alicante y completarán la renovación. También está previsto que el ayuntamiento placentino compre otros dos autobuses eléctricos.
De momento se mantienen las dos líneas operativas y esperan poner en marcha pronto la línea 3. De estos, los autobuses antiguos, sólo quedarán dos. El resto serán dados de baja.