Las aguas vuelven a su cauce. Tras la indignación de Portugal al conocer que España exigía pruebas o certificados de vacunación para cruzar la frontera, el gobierno español ha reaccionado pidiendo "perdón" al país vecino. La rectificación aparecerá mañana en el BOE
Nuevas restricciones en el BOE
Todo comenzó con las nuevas normas para facilitar la llegada de turistas a España por vía aérea y terrestre. Una resolución que se extendía también al transporte terrestre "procedentes de países o zonas de riesgo". Y el país vecino, junto a gran parte de los países europeos, figura en esa lista a pesar de que la incidencia acumulada allí es casi la mitad de la española.
Por tanto, desde este lunes, quien viajase por carretera desde Portugal y entre en España debería llevar una documentación donde demuestre que está protegido de la infección por coronavirus de alguna de estas tres maneras: con un certificado de vacunación, con un documento que demuestre que ha pasado la enfermedad o con un test de detección del COVID-19 negativo y realizado recientemente. Un requisito obligatorio para los mayores de 6 años y que en caso de no cumplir, contempla una multa de 3.000 euros.
Estas medidas eran solo exigidas por las autoridades españolas, por lo que quien viajase de España a Portugal no tendría que presentar ningún comprobante ni test negativo o comprobante de vacunación.
El gobierno español pide perdón
Tras la polvareda levantada, el Gobierno ha aclarado que dará marcha atrás y se volverá a la situación previa: "No se va a pedir ninguna prueba adicional. Se ha mimetizado en el documento las exigencias en otros espacios. Pedimos disculpas si ha generado alguna confusión", ha asegurado en rueda de prensa la portavoz del ejecutivo, María Jesús Montero.
"Lapso técnico"
Una 'matización' que satisface a las autoridades del país vecino. El gobierno portugués ha celebrado la recuperación de la "gestión normal" de la frontera con España y califica lo sucedido como un "lapso" de las autoridades españolas sobre los controles en el acceso terrestre al territorio español.
"Un lapso técnico", lo ha denominado el presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa, quien asegura que ya ha sido aclarado por parte de las autoridades españolas.
"Las autoridades españolas fueron muy rápidas y respondieron con prontitud a nuestros pedidos de aclaración"
También el ministro de Asuntos Exteriores luso se ha referido a ello. Augusto Santos Silva ha dicho que "las autoridades españolas fueron muy rápidas y respondieron con prontitud a nuestros pedidos de aclaración". Y ha añadido que "hoy será corregido este equívoco manifiesto", y "volvemos a la gestión normal de la frontera común".