28 Febrero 2021, 16:09
Actualizado 28 Febrero 2021, 16:46

Continúan los controles en la frontera con Portugal y así será hasta el próximo 16 de marzo. Fecha hasta la que el gobierno luso ha decidido prorrogar el Estado de Emergencia, y el confinamiento, pese a la mejora de la situación sanitaria. 

No se ha producido ninguna modificación respecto al último, por lo que se mantiene la prohibición de salir del país, a menos que sea por causa justificada. Es decir, que sólo pueden salir las personas con residencia en nuestro país, sus cónyuges y familiares, así como personas debidamente acreditadas que vengan por trabajo o fuerza mayor.

Una acreditación, que esta mañana hemos comprobado, se mostraba en el control instalado en la frontera de Caya, de acceso a Badajoz. Es uno de los cuatro habilitados en la región. Y el único que está abierto las 24 horas. El resto, los de Valencia de Alcántara, Villanueva del Fresno y Zarza la Mayor seguirán abiertos con limitación horaria entre semana. 

Dificultades para los trabajadores en la frontera

Una limitación que afecta a muchos extremeños que diariamente tienen que cruzar la frontera para trabajar. Sobre todo en esos pasos que tienen limitación. Por ejemplo, el de Villanueva del Fresno, sólo abre de lunes a viernes de 8 a 10 de la mañana y de 6 a 8 de la tarde.

"Tengo que ir por Rosal de la Frontera o por Caya, en vez de hacer 80 kilómetros, tengo que hacer 200 kilómetros para allá y para acá". 

Esto dificulta el trabajo de vecinos como Manolo Vega, gerente de dos empresas de neumáticos en Portugal. Para cruzar en muchas ocasiones, nos cuenta, "tengo que ir por Rosal de la Frontera o la de Caya, en vez de hacer 80 kilómetros, tengo que hacer 200 para allá y para acá". 

Una situación que sufren aún más las empresas de reparto que diariamente van al país luso. Nos lo cuenta Emilio Rastrojo, que señala que "la prórroga del cierre de fronteras me sentó como un jarro de agua fría".

"La prórroga del cierre de fronteras me sentó como un jarro de agua fría".

Rafael Luis Margallo, que exporta alimentación, droguería y perfumería, señala que con el cierre han aumentado los gastos, al tener que hacer más kilómetros, y esto hace que tengan menos beneficios. 

Todos esperan que el próximos 16 de marzo, se levanten las restricciones. Hasta entonces tendrán que convivir con el cierre.