Portugal asume este viernes la presidencia semestral de turno de la Unión Europea (UE) con el impulso del pilar social y el relanzamiento de la política exterior como ejes prioritarios, pero también con asuntos complejos que quedaron pendientes y que hereda de la gestión de Alemania.
Y no solo eso, el primer ministro portugués, Antonio Costa, tendrá que dar continuidad a los grandes hitos con los que la canciller Angela Merkel cerró en su mandato europeo. Grandes logros alcanzados en la recta final de 2020 son el acuerdo de inversiones con China, el "divorcio amistoso" con Reino Unido y la puesta en marcha del fondo de recuperación europeo, ratificado en diciembre con la controvertida cláusula que los liga al respeto al Estado de Derecho y que se espera que Polonia y Hungría recurran ante la justicia europea.
CORONAVIRUS
La Unión Europea tendrá que seguir profundizando en la coordinación de la respuesta de los Veintisiete ante a pandemia de coronavirus, mientras que no se esperan cambios significativos en términos de inmunidad de grupo en los primeros meses de las campañas de vacunación.
Los países, en concreto, se han comprometido a coordinar sus esfuerzos cuando llegue el momento de levantar las restricciones, mientras intentan mejorar los intercambios automáticos de información.
El 2021 será también el año en el que probablemente se vayan aprobando más vacunas en la UE, empezando por la de Moderna a inicios de enero, y el ejercicio en el que se espera que se pueda controlar casi definitivamente la pandemia.
En paralelo, Bruselas tendrá que ir avanzando en la incipiente Unión Europea de la Salud, por ahora una declaración de intenciones que pretende reforzar sanitariamente a la UE de cara a futuras emergencias y pandemias.