Imagen de la montería publicadas en Facebook y recogida por el portal luso RTP
Una montería organizada en una finca del municipio luso de Azambuja en la que fueron abatidos más de 500 animales ha generado indignación en Portugal, donde ha suscitado fuertes críticas de dirigentes municipales, partidos y ecologistas y va a ser investigada por las autoridades.
La polémica saltó después de que se compartiesen en redes sociales fotografías de la montería, que según la radiotelevisión pública lusa (RTP) juntó a 16 cazadores españoles en la finca Torre Bela de Azambuja, a unos 40 kilómetros de Lisboa, donde fueron abatidos 540 animales, principalmente venados y jabalíes.
El Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF, por sus siglas en portugués), que tutela el sector cinegético, informó el lunes en un comunicado de que no tuvo conocimiento previo de la montería, que se realizó en un área clasificada como "zona de caza turística". Esa concesión prevé "la explotación del venado y del jabalí", también a través de monterías, pero debido al elevado número de animales supuestamente abatidos, el ICNF ha iniciado un proceso para averiguar lo ocurrido y si se ha incumplido la ley en vigor.
El Ayuntamiento de Azambuja también afirma que no recibió ninguna información oficial sobre la montería, que no precisa de autorización municipal, y ha pedido al ICNF y al Ministerio de Agricultura que verifiquen si hubo ilegalidades.
La montería fue criticada por el teniente alcalde de Azambuja, Silvino Lúcio, a través de un comunicado del grupo municipal socialista en el que denunció que se trató de una "masacre" y un "crimen ambiental". Señaló además que la finca donde se realizó está amurallada, por lo que "los animales no tenían donde huir".
La polémica ha llegado al gobierno y los partidos políticos portugueses
La montería se llevó a cabo en la Herdade da Torre Bela, y según palabras del propio ministro de Ambiente y Acción Climática, Joao Pedro Matos Fernández, es un acto "vil e inaceptable". Además, anunció el ministro que en el plazo de 6 meses, todas las 1.500 zonas de caza turística que existen en Portugal van a ser inspeccionadas por el ICNF.
En un principio, el ministro cree que han cometido un "delito ambiental" y que enviará una queja al Ministerio público para que se investigue la existencia del delito contra la preservación de la fauna a los propietarios, los organizadores y los cazadores.
La montería se realizó el 17 y 18 de diciembre y se ha anunciado la suspensión inmediata de licencia de caza en ese lugar.
A la indignación también se ha sumado el partido animalista PAN -3 diputados en el Parlamento-, que la calificó de "matanza" y aseguró que va a exigir responsabilidades a las autoridades competentes. Además, recordó en su comunicado que en la zona donde se realizó la caza está previsto instalar una central fotovoltaica con 765 hectáreas y que el estudio de impacto ambiental del proyecto se encuentra actualmente en fase de consulta pública.
También se sumó a las críticas un diputado del Bloco de Esquerda, Nelson Peralta, que escribió en su perfil oficial de Twitter que "fingir que este abatimiento masivo es para mantener el equilibrio ecológico y cinegético es un insulto".
FEDEXCAZA lamenta una imagen que "distorsiona" la actividad cinegética
Según medios portugueses como TVI24, la organización que llevó a cabo la montería tendría sede en Badajoz. Una montería que "distorsiona la realidad del día a día del sector cinegético", según la Federación Extremeña de Caza: "No es la caza que nosotros promovemos".
Y precisan que, probablemente, la polémica montería se ha realizado es un coto cercado, donde esos animales se han reproducido y ha podido hacer falta cazarlos para reducir esas poblaciones. En Extremadura, aseguran, tan solo un 5% de los cotos son cotos cercados.
"La caza que un cazador debe realizar y promover", explican, "es una caza ética donde el animal está en libertad, y donde el cazador no tenga por encima de la pieza una ventaja excesiva".
El número de animales cazados según los medios portugueses, aseguran, "no son normales", por lo que también pide tener cuidado con las publicaciones en redes y posibles descontextualizaciones: "Habría que comprobar la superficie total y el número de animales".