Fernando es vecino de Puebla del Prior (Badajoz) y lleva 15 años en confinamiento por culpa de la sensibilidad química que padece. Un aislamiento que se ha acrecentado estos días. "Ahora es peor todavía por culpa de las lejías que se están echando por todos sitios. Cuando salgo, necesito esta máscara. Sin ella no puedo salir", ha explicado Fernando. Y es que el simple rastro de los productos químicos le causan daño aunque se empleen a pequeñas cantidades.
"Ahora es peor todavía por culpa de las lejías que se están echando por todos sitios. Cuando salgo, necesito esta máscara. Sin ella no puede salir "
Es tal la sensibilidad que padece que solo se siente libre, dice, en su huerto porque allí no necesita utilizar una máscara de protección que, tal y como nos ha relatado Fernando, no siempre le libra de sufrir crisis: "Ya habían pasado dos días desde que echaran la lejía y venía que me caía... Tuve que subir la cuesta para llegar a mi casa... y una fatiga, un cansancio... no podía con mi cuerpo."
Fernando solo se siente libre en su huerto
Fernando ha encontrado su especial refugio en su huerto. Allí cultiva sus propios alimentos vegetales y animales. No es solo un hobbie o un entretenimiento. Necesita hacerlo, nos dice, para alimentarse con toda seguridad ya que "todo lo que se compra en el mercado es cultivado o criado empleando mucha química". Por ese motivo, él se ha visto obligado a criar y cultivar sin utilizar "ningún producto químico".
Fernando lleva 15 años confinado, 15 años aislado por culpa de una enfermedad desconocida por muchos, pero que ya ha sido diagnosticada a al menos una veintena de extremeños.
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