Con el paso del tiempo, las nuevas tecnologías y la pérdida de población se ha ido perdiendo el toque manual de campanas en algunos pueblos. Y eso, a pesar de que la UNESCO declaró al toque español de campanas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Una tradición que parece muy difícil que desaparezca en Almendral. En esta localidad pacense han puesto en marcha su escuela de campaneros, justo un año después de la declaración de la UNESCO.
Un modo de comunicación ancestral del que conocen todos los detalles los más veteranos, por eso han recurrido a antiguos monaguillos para que impartan sus conocimiento sobre esos toques de campana e instruir a los alumnos del pueblo.
En total son una decena de personas las que conforman la escuela de campaneros de Almendral. Sobre todo niños y jóvenes. Entre ellos está el campanero más joven de Extremadura, con sólo ocho años.