30 Septiembre 2021, 13:54
Actualizado 30 Septiembre 2021, 15:29

En Alburquerque la decisión de la Junta ha caído como un jarro de agua fría. Los vecinos esperaban la disolución de los órganos de gobierno municipales, porque califican la situación en la localidad de “insostenible”.

Esa misma indignación la han mostrado los trabajadores del ayuntamiento. Continúan sin cobrar sus nóminas, algunos acumulan hasta 10 meses de impago y con la incertidumbre sobre su futuro, porque aún no se habla de plazos. "No nos dan fecha ni nada y yo estoy muy mal, me he tenido que dar de baja por ansiedad. No puedo más", contaba uno de los trabajadores esta mañana. 

Unos trabajadores que protestaban esta mañana ante las puertas de la Asamblea, minutos antes de que compareciese la Vicepresidenta y Consejera de Hacienda. Pilar Blanco-Morales anunciaba que la Junta no pedirá la disolución del ayuntamiento del municipio pacense y apela a la tutela que ya mantiene sobre él el Ministerio de Hacienda.

En el pueblo, los vecinos prefieren no hablar ante las cámaras, pero fuera de ellas consideran que este control de Hacienda es insuficiente y la situación de las arcas municipales es ya insostenible. 

La Vicepresidenta de la Junta ha pedido en su intervención la dimisión del actual equipo de gobierno de Alburquerque.