Eugenio Delgado volverá a realizar este camino este viernes para declarar ante el juez
El nuevo paso en el caso de Manuela Chavero, la mujer de 42 años que desapareció sin dejar rastro en Monesterio el año 2016, pasa por la declaración en sede judicial del asesino confeso y único detenido en la causa, Eugenio Delgado, vecino también de la misma localidad.
Fuentes cercanas al caso confirman a Canal Extremadura esta citación y explican que el proceso judicial sigue así en marcha tras la declaración el pasado mes de julio de los familiares y amigos de la víctima.
Con la declaración de Eugenio se da un paso al frente en el proceso, pero no será el último, pues en octubre tendrán que declarar los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, la UCO por sus siglas, que han investigado el caso y que precipitaron la detención de Eugenio como presunto autor de la muerte de Manuela Chavero.
El detenido saldrá así este viernes de prisión para volver al Juzgado de Instrucción número 1 de Zafra que decretó para él prisión provisional sin fianza imputado por los presuntos delitos de detención ilegal y homicidio.
Reconstrucción de los hechos
Eugenio participó hace unos meses, en concreto el 7 de mayo, en una reconstrucción de los hechos en su casa acompañado por los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Esta recreación se prolongó aproximadamente una hora para acabar finalmente en la finca de su propiedad donde habría ocultado el cuerpo de Manuela Chavero y que él mismo llegó a señalar.
Fue en esa misma finca donde el equipo de la UCO halló restos óseos en un terreno llamado “La Dehesa” y ubicado a tan solo cuatro kilómetros del domicilio de Manuela Chavero.
Su detención permitió aportar luz a un caso de desaparición que se prolongó durante más de 1.500 días desde que se perdiera el rastro de Manuela Chavero la madrugada del cinco de julio del año 2016.
Su abogada defiende que fue asesinada
La abogada de la familia de Manuela Chavero defiende que fue asesinada. Verónica Guerrero se desmarcaba así del juez encargado de la instrucción que abría el abanico de posibilidades en torno a la muerte de la vecina de Monesterio y que apuntaban a otras casusas diferentes al asesinato.
Guerrero explicó en su momento que esa era una hipótesis expuesta por el juez que, al igual que la fiscalía, tampoco compartía. Además, defiende la existencia de pruebas periciales en su poder que servirían, dice, para desmontar cualquier versión que no sea la del asesinato.