'La Jayona, un nuevo mundo enterrado' es el documental que la productora extremeña 1.080 ha realizado con motivo de un aniversario muy especial. Ha pasado un siglo desde que el silencio reina en ese Monumento Natural. Un día 20 de febrero de 1921 la Mina La Jayona despidió el último día de trabajo. La actividad del hombre paró y la naturaleza aprovechó para crear en este espacio un pequeño paraíso, admirado por miles y miles de visitas cada año.
Adentrarnos en su interior nos permite viajar en el tiempo. Entre 1902 y 1921, más de 400 mineros trabajaron a pleno rendimiento entre estas galerías. En ese periodo antes de la primera guerra mundial, la industria bélica necesitaba minerales de todo tipo. En estas tierras extremeñas se extrajeron más de 270.000 toneladas de hierro, con el que principalmente se fabricaba plomo. Un trabajo que los mineros realizaban a pico y pala y que en los últimos años, combinaban con explosivos, como recuerda María Eugenia Cabezas, guía turístico.
Picaban a mano y echaban el material en vagonetas que los propios obreros expulsaban al exterior. Las cubetas iban por teleféricos hasta Fuente del Arco donde se construyó una línea de cable de 5600 metros de longitud.
Una mina que tuvo mucha repercusión económica en la pequeña localidad de Fuente del Arco. En 1921, y tras el fin de la Primera Guerra mundial cayó la demanda del hierro. La falta de rentabilidad sumada a los conflictos sociales de la época, propiciaron finalmente, el cierre de la mina la Jayona.
La mina La Jayona multiplica su atractivo
