Alburquerque ha estado cerca de vivir hoy una tarde trágica. Un escape de gas en un asador de pollos ha destrozado el local y el mobiliario ha saltado literalmente por los aires.
Por suerte, ya estaba cerrado. A las 15:30 el bar aún permanecía abierto, pero había pocos clientes y cerraron antes de tiempo. La decisión les salvó sin duda de graves consecuencias. Alrededor de las 17:00, se producía la deflagración. "Si llega a ser el domingo pasado, no lo contamos", nos contaba Filo Méndez, una de las empleadas del asador. "Todo ha salido por las nubes, todo, pero gracias a Dios nos ha cogido en casa".
Los bomberos apuntan, de momento, al escape de gas y una posterior chispa en algún aparato como motivo más directo y probable de los hechos. Los empleados creen que un cortocircuito ha podido provocar el escape y el fatal desenlace.
La deflagración ha provocado que el mobiliario saltara por los aires; también el de la terraza, donde la onda expansiva ha lanzado algunas sillas y mesas a más de 30 metros de distancia. Milagrosamente, nadie pasaba entones por la zona afectaba y no hay que lamentar daños personales.