Hoy España entera está de luto por el fallecimiento de Carmen Sevilla, una artista como pocas que conquistó a varias generaciones con su simpatía y naturalidad. Cualidades que destacan de ella en Herrera del Duque, donde pasó mucho tiempo de su vida y llegó considerarse una vecina más.
Los vecinos la recuerdan como una persona amable y cercana, y es que la artista sevillana vivió aquí grandes temporadas de su vida en una finca ubicada en los Valles de Consolación. Un lugar en el que trabajaron para ella muchos herrereños que, hoy emocionados, destacan su humanidad y el trato tan cercano con ella.
Además, según nos cuentan, era habitual verla por los restaurantes y negocios de la localidad, donde mantenía esa espontaneidad que la caracterizaba.
Como dato curioso, se casó en el ayuntamiento de este municipio en 1996 con su segundo marido, Vicente Patuel, una muestra de su apego por este rincón de Extremadura, que la hizo digna merecedora de una calle que lleva su nombre y que la mantendrá viva en el recuerdo.