Los cheques-bebés siguen de actualidad. Cada año, algún municipio extremeño se suma a esta política para incentivar la natalidad en localidades despobladas. Pero en Higuera la Real ya llevan años apostando por esta fórmula.
El Ayuntamiento concedió las primeras subvenciones por hijo o niño adoptado en el pueblo en 2015. Este año, concederá 1.200 euros por cada nuevo higuereño nacido o por cada adopción de un menor de tres años que viva en la localidad. La cantidad se fracciona en cheques de 100 euros: la mitad se entregan en el año del nacimiento y la otra mitad al año siguiente. Solo hay una condición para gastarlo: que la mitad se gaste en establecimientos del municipio.
Y la iniciativa parece que está surtiendo efectos inmediatos. El alcalde higuereño, Miguel Ruiz, detalla que los tres años previos a 2015 nacieron 29 niños; los tres siguientes, 50, un 40% más. En 2020, en cambio, se ha registrado el menor número de nacimientos del siglo: solo siete niños.
Y es que la medida, aunque necesaria, no es suficiente para consolidar la población en municipios pequeños. Ruiz reconoce que la clave sigue pasando por el empleo: "Nosotros tenemos un buen polígono y políticas de natalidad, pero hace falta una ley más ambiciosa que atraiga inversiones y trabajo estable", concluye.