Los hechos ocurrieron durante el año 2018. La víctima se encontraba, junto a su marido y otros matrimonios con hijos, en una casa rural en Zafra. Según el escrito de la Fiscalía, el acusado aprovechó que la mujer se metió en la piscina para agredirle sexualmente con la excusa de enseñarle a nadar e, incluso, trató de realizar una penetración. En ese momento apareció una tercera persona en la piscina y la víctima pudo escapar del presunto agresor.
Meses después, la mujer denunció los hechos y, a día de hoy, sigue sufriendo un daño psicoemocional por culpa de lo ocurrido.
Al acusado, que este martes se sienta en el banquillo de la Audiencia Provincial de Badajoz, se le imputa un delito de agresión sexual con penetración y agravante de alevosía. Por ello, la Fiscalía pide para él una pena de prisión de 12 años y una indemnización a la víctima de 6.000 euros.