Isabel, Claudio y su hijo, actual propietario del Berlín junto a Paloma, su esposa
Fue un 25 de diciembre de 1981 cuando Isabel y Claudio comenzaron una aventura hostelera llamada Berlín que hoy, cuarenta años después, encabeza Claudio, hijo de esta pareja que como tantas otras personas tuvieron que abandonar España para labrarse un futuro mejor fuera de la tierra.
Isabel y Claudio pusieron rumbo a Alemania con la idea de volver a Extremadura cuando las vacas flacas pasaran y su trabajo en tierras alemanas les permitiera ahorrar algo de dinero para poder continuar su vida en Extremadura. Dicho y hecho, pues con su objetivo cumplido decidieron volver a la región con la intención de abrir un bar que, casualmente, se ubica en la calle Alemania de Don Benito.
No fue fruto de la casualidad la denominación de la plaza de Don Benito junto a la que se ubica el establecimiento: la Plaza Berlín, pues este nombre se elige tras llamar al bar de la misma manera, por lo que se puede decir que el establecimiento ya hizo historia incluso antes de forjarse una propia con el paso de los años.
Cuarenta años después el bar Berlín ha celebrado su cumpleaños con un saxofonista, pero de una manera discreta para no generar grandes aglomeraciones en sus instalaciones y cumplir así todas las medidas de seguridad para evitar contagios, una meta que cumplen a rajatabla Claudio, el hijo del matrimonio que abrió las puertas del bar, y su esposa Paloma.
Precisamente ella, Paloma, trabaja como enfermera, por lo que sabe de primera mano lo importante que es mantener la pandemia controlada y, al mismo tiempo, lo necesario que es sacar adelante un negocio familiar como es el bar que regentan desde que lo heredaron de sus suegros.
"Me dicen que soy muy manejanta porque estoy siempre detrás de la gente para que cumpla las medidas de seguridad, pero al mismo tiempo los clientes que vienen al bar lo hacen porque saben que aquí van a encontrar muchísima seguridad" nos explica Paloma mientras prepara los pinchos que ofrecerá estos días a esos clientes que, tal y como ella explica, se han convertido en una familia de habituales.
"Me dicen que soy muy manejanta porque estoy siempre detrás de la gente para que cumpla las medidas de seguridad, pero al mismo tiempo los clientes que vienen al bar lo hacen porque saben que aquí van a encontrar muchísima seguridad"
"Al bar viene gente nueva, pero también personas de toda la vida que nos conocen y que conocen a mi suegro, que es muy querido en Don Benito" subraya con orgullo durante la conversación que mantiene con Canal Extremadura a las puertas de la Navidad y del aniversario del pequeño negocio. Al ubicarse en una zona céntrica no les falta la clientela, entre la que se encuentra también algunos compañeros de profesión de Paloma.
Reconoce que no esperaba celebrar un cumpleaños así marcado por esta pandemia que "está llegando tan lejos" y confiesa las que supone para la familia combinar la responsabilidad que aporta su experiencia como enfermera y la necesidad que supone hacer rentable un negocio hostelero en plena pandemia. Afortunadamente, afirma, ellos han sufrido pocas cancelaciones, pero reconoce que compañeros de la hostelería están pasando días difíciles.
Pasaporte covid
La posibilidad de instaurar el pasaporte Covid en Extremadura para acceder a determinados servicios es absurda según Paloma. "No tenemos medios para verificar que el papel aportado por un cliente es verdadero o no, por lo que nos pueden mentir" apunta al tiempo que lamenta tener que convertirse en una especie de "Policía de la hostelería" con medidas como esta que pone en jaque la tranquilidad a la que estaba acostumbrado el Berlín como tantos otros negocios hosteleros.
"No tenemos medios para verificar que el papel aportado por un cliente es verdadero o no, por lo que nos pueden mentir"
Un control que se complica porque el bar tiene dos accesos en los que necesitaría ubicar a camareros para controlar la entrada. Una valoración que hace desde su vocación de sanitaria, pues enumera otras tantas medidas para garantizar la seguridad, como mantener una ventilación fluida, asegurar que se hace un uso correcto de la mascarilla o desinfectar con ozono las instalaciones.