Manuel Gutiérrez acaba de presentar formalmente su renuncia al cargo de alcalde de Alburquerque. Lo ha hecho, como había anunciado esta mañana, durante el pleno municipal de esta tarde.
En el escrito registrado ante el ayuntamiento, Gutiérrez argumenta que "accedí a la alcaldía para ayudar a mi pueblo y de manera totalmente altruista y sin recibir contraprestación económica alguna". Pero tras la última resolución judicial, que impone al alcalde de la localidad una multa de 1.000 euros cada 20 días, ha decidido renunciar.
"Me veo abocado a renunciar al cargo en aras a no perjudicar no sólo mi patrimonio personal, sino el de mi familia", afirma en el escrito.
Después Gutiérrez ha tomado la palabra en el pleno para decir que "acato la decisión de la jueza, yo creo en la justicia, aunque lógicamente en esta ocasión no la comparto de ninguna de las maneras". Se trata, ha explicado, de "una multa coercitiva, una forma de presión, para que se ejecute la sentencia".
Se refiere a "un procedimiento que viene de antiguo, cuya sentencia viene de 2018, y no se ejecutó en su momento", a raíz de la denuncia de una vecina.
"Lo que más me duele en este momento es no poder cubrir mis objetivos y realizar todos aquellos proyectos que hemos estado moviendo durante estos meses", ha comentado ante los asistentes al pleno.
Y ha confiado en que su renuncia "sirva para que desde las administraciones se den cuenta de que la situación crítica de Alburquerque no ha terminado". En este sentido ha señalado que "tienen que echar un cable y venir a nuestro pueblo para que pueda salir del hoyo en el que nos hemos metido".
Y ha terminado su intervención diciendo: "No soy un político profesional, no aspiro a nada en la política, que no cuente conmigo nadie para convertirme en mártir ni para sacar rédito político, eso es para otras personas".