En la playa de Orellana, una de las que más bañistas recibe, han prohibido que las motos acuáticas se acerquen a determinadas zonas. Una medida de la Confederación Hidrográfica del Guadiana ante las reiteradas quejas recibidas.
Las quejas provenía, sobre todo, de bañistas por el ruido de estas motos y la sensación de peligro que conlleva su presencia cerca de la orilla. El Ayuntamiento de Orellana reconoce que ha aumentado el número de ellas, al mismo tiempo que asume que no tiene capacidad sancionadora. Por eso, la Confederación Hidrográfica del Guadiana ha tomado medidas y ha delimitado el espacio en el que puedan circular las motos acuáticas a través de unas coordenadas.