El agua del grifo sable blanca y con un fuerte olor a lejía en algunas casas de Santa Marta de los Barros y en algunos pueblos de la Mancomunidad de Aguas de Nogales.
Un agua que produce, además, picor en los ojos, en la garganta e irritaciones en la piel. Los vecinos aseguran que llevan así varios días.
Desde Aqualia, la empresa concesionaria del servicio, explican a Canal Extremadura que el pantano que abastece a estas localidades está en unos niveles muy bajos y que eso ha hecho que proliferen algas, por lo que la calidad del agua ha disminuido.
Insisten en que ya se están tomando medidas correctoras en la potabilizadora de agua. Sin embargo, aún no se ha corregido este problema.