Alrededor de 150 jinetes y amazonas han participado este miércoles en las tradicionales carreras de gallos de Albalá. Una fiesta que consiste en colgar a estos animales muertos boca abajo y los vecinos, montados a caballo, les golpean para arrancarles la cabeza.
Se trata de un rito ancestral con el que se simboliza la entrada de la Cuaresma. La cita se extenderá hasta este próximo fin de semana.
Cabe recordar que este rito fue modificado hace aproximadamente quince años, cuando la ley de Protección Animal prohibió usar gallos vivos. Desde entonces, los animales son sacrificados antes de ser colgados.
Espectacular cabaña equina
Estas famosas carreras de gallos han propiciado que se conserve en este pueblo de la comarca Sierra de Montánchez y Tamuja, una espectacular cabaña equina. Caballos, burros y ponis se engalanan cada año para la ocasión.
Y lucen, entre otros elementos, la famosa manta gallera. Es de elaboración artesanal y llena la corredera de alegría y colorido. Una fiesta que se transmite de generación en generación y prueba de ello es que no es extraño ver a abuelos y nietos cabalgando juntos.