Mérida
8 Septiembre 2020, 14:27
Actualizado 8 Septiembre 2020, 14:27

Guadalupe se convierte cada 8 de septiembre en el epicentro de la festividad del día de Extremadura. Pero este año, debido a la pandemia del coronavirus, se ha visto afectada la afluencia de peregrinos, visitantes y devotos que acuden al Monasterio. La hostelería también ha visto mermada su actividad. En bares y restaurantes la actividad ha rondado en torno al 30%. Otros negocios que también han notado la bajada de turistas han sido los de ventas de recuerdos que se aglutinan en la plaza de la localidad, así como en calles adyacentes. 

Devotos incondicionales

La fe mueve montañas y no hay pandemia que impida a los devotos de la Morenita acudir a cumplir con su promesa. Es el caso de Isabel Tolosa, de Almendralejo, que dice "llevo viniendo 52 años al Monasterio y jamás he visto esto como está hoy, está totalmente decaído". Y, también, Soledad Mateo, que lleva viniendo desde Barcelona 8 años y que asegura que "otros años que ha estado la plaza estaba llena de gente, y este año, una pena".

 

Medidas de seguridad

El ayuntamiento de Guadalupe ha dispuesto medidas de seguridad especiales, como aparcamientos especiales para autobuses, aunque no ha habido el movimiento esperado. En la plaza, numerosas medidas de seguridad con el dispositivo de protección civil para indicar los itinerarios de entrada y salida al monasterio.Un templo, cuyo aforo era de un máximo de 250 personas.