La muerte de 25 vacas está bajo investigación. Todas ellas propiedad de Lorena, ganadera de una finca de Brozas. Denuncia que sus reses murieron tras realizarse una prueba diagnóstica para detectar la presencia de tuberculosis. Previamente asegura que solicitó un aplazamiento porque sus vacas padecían la enfermedad hemorrágica epizoótica.
"Nosotros recibimos la primera notificación para realizar el saneamiento en septiembre. Ahí pedimos un aplazamiento y se nos concedió. Pero posteriormente, a los pocos días, recibí una carta certificada en el que se nos informaba que no se podía aplazar más, nos obligaban y que si no lo hacíamos nuestra explotación sería multada”. cuenta. Ahora Lorena pide responsabilidades a la Junta de Extremadura que compensen el importante daño económico
Por su parte la Junta niega que la muerte de estas vacas se deba a las pruebas de detección y añaden que en el segundo llamamiento la ganadera no declaró que sus reses seguían padeciendo problemas de salud. Ya se ha iniciado una investigación para determinar las causas reales de estas muertes.