Montehermoso empieza a disfrutar de su gran fiesta. Los Negritos ya bailan en compañía del Palotero y el Tamborilero, a las puertas de la iglesia de San Bartolomé, y realizan su tradicional pasacalle con velones para alumbrar la noche.
Cuatro siglos contemplan esta fiesta, una de las más singulares de nuestra región. Pero lo de esta noche es sólo la antesala de mañana, cuando celebrarán el día grande.
Los Negritos, de momento, comienzan a honrar a San Blas, aún con la cara sin tiznar. Gran ambiente y mucha emoción en esta fiesta, seña de identidad de todos los montehermoseños.