Monroy ha vuelto a vivir con emoción una de sus festividades más arraigadas. La Virgen del Rosario ha salido en procesión por los alrededores de la iglesia, acompañada por decenas de vecinos que han recorrido las calles del municipio. Justo antes de regresar al templo, el grupo folklórico local ha rendido homenaje a la patrona con la tradicional Jota Cuadrada.
Las Purificás de Monroy
El momento más especial ha llegado tras la misa, con el ofertorio. Las puertas del templo se han abierto para dar paso a las Purificás, cuatro jóvenes del pueblo que, con sus voces y profunda emoción, han entonado las 25 coplas que llevan meses ensayando. Durante su canto, han ofrecido a la Virgen las típicas roscas de piñonate, en un gesto de respeto y tradición.
Celia, una de las Purificás, ha asegurado que "es una ilusión, no solo por la Virgen, sino también por lo que significa y por mi familia". Por su parte, otra de las jóvenes que han rendido homenaje y han cantado a la Virgen, Violeta, explica que "es una fiesta tradicional y hay que continuarla". Marisol es Mayordoma, y cuenta que "son 25 coplas que hacen alusión a la purificación de la Virgen y a la presentación del niño Jesús en el templo".