La morcilla de Guadalupe es uno de los platos estrella de Extremadura. Un manjar que comenzó elaborarse en el siglo XV, como así se recoge el libro de oficios con la llegada de los Jerónimos al Real Monasterio.
“Era una forma de atender con un plato sencillo a los peregrinos”
Hoy en día está tapa ha alcanzado un importante prestigio entre los restaurantes extremeños, y múltiples presentaciones.
"Este fin de semana vamos a tener una innovación, que es un turrón de morcilla con cereza"
Este plato está elaborado con la berza fresca, pringue y sangre de cerdo, un toque de pimentón, perejil picado, ajo y sal. Según nos aseguran en las tiendas de la localidad, es con diferencia el producto más vendido de la Puebla:
"Se venden a diario unos 50 kilos"
Una cifra que llega incluso a triplicarse en días de fiesta como el de hoy, con la Hispanidad.